Se evaluaron 180 cerdas de 122 días de edad y 75,6 kg de PV inicial, que se dividieron en grupos de 10. Desde ese momento y durante 100 días, se alimentaron según tres niveles de restricción:
-Alta (recibían 50% del pienso consumido ad libitum)
-Media (recibían 68% del pienso consumido ad libitum)
-Baja (recibían 88% del pienso consumido ad libitum)
A partir de los 221 días de edad, las nulíparas recibieron dietas estándar ad libitum, se estimularon con machos adultos para provocar la salida en celo y fueron inseminadas entre el día 245 y 266 de vida.
La restricción del alimento afectó la GMD (330, 506 y 657 g/d) y el PV (106,4; 126,5 y 138,8 kg) a 220 días de edad; (p<0,01). Durante el periodo de alimentación a voluntad, se observó crecimiento compensatorio por mayor consumo de alimento (p<0,09).
Después de la inseminación el consumo total de pienso (3001, 3354 y 3854) y el PV (134,6; 151,0 y 157,9 kg) seguían siendo distintos entre tratamientos; (p<0,05).
A pesar de estos resultados, no se observaron diferencias en los resultados reproductivos.
Mantener las nulíparas en alimentación restringida hasta 3 semanas antes de entrar en la granja de reproductoras reduce el gasto en alimentación sin que se perjudique el primer ciclo.
J. Klindt, J.T. Yen y R.K Christenson. Journal of Animal Science 2003 Vol. 81 (suplemento 1):31 Ref: 125